Para entender la transformación es necesario echar una mirada a las últimas décadas, revisar sus aciertos y desaciertos, porque son los cimientos para construir y reconstruir el futuro.
El sistema financiero se está transformando
no sólo por fuera, también por dentro,
lo que representa nuevas condiciones para participar.
¿Qué mueve a la regulación? ¿La tecnología, los participantes del sistema financiero, los productos financieros o los clientes? ¿Qué mueve a la tecnología? ¿La regulación, los participantes, los productos financieros o los usuarios?
En general, lo que mueve y transforma una industria es una pregunta que viene de la mano de la innovación de productos y servicios, así como de la forma de hacer las cosas y los marcos que se requieren para establecer la interrelación entre todos los participantes del sistema financiero, que en las últimas décadas ha cambiado a partir de cuatro elementos cuya jerarquización depende del momento: 1) tecnología; 2) regulación; 3) innovación; y 4) a quienes atiende (usuarios).
Estas preguntas y otras más fueron el origen de El futuro llegó: bases y condiciones de la transformación del sistema financiero, un libro que gracias a la casa impresora Manuel Grañén Porrúa está disponible de manera íntegra para su descarga digital, en caso de querer abundar en estos temas. Ahí expongo los cambios, su dinámica y los resultados del sistema financiero internacional y del país, y retomo lecciones aprendidas en México para estar a la vanguardia y ser un referente en materia regulatoria, lo que representa una oportunidad y un compromiso para comprender los cambios y sacarles el máximo provecho.
Para entender la transformación fue necesario echar una mirada a las últimas décadas, revisando sus aciertos y desaciertos, porque son los cimientos para construir y reconstruirlo, y en el que la innovación se presenta como una profecía sin la seguridad de que se cumpliría, o al menos en qué tiempo y a qué ritmo, pero que, ciertamente, seguirá siendo impulsada por un entorno más competitivo determinado por las innovaciones tecnológicas, los cambios en la demanda de los usuarios y en la oferta –a la que cada día se suman más instituciones y no precisamente financieras, sino más bien digitales–. Así, también, el marco regulatorio que haga que todas las piezas engranen para cumplir con el objetivo de fomentar el desarrollo económico a partir de la inclusión financiera, con el entendimiento de que los riesgos están presentes y aumentan en número y características pero, sobre todo, gestionarse hábilmente, porque forman parte de la transformación y generan nuevas realidades que trascienden la acción de sumar los componentes que han marcado la ruta de la evolución de la arquitectura del sistema financiero.
Sin la intención de ser una crónica, El futuro llegó: bases y condiciones de la transformación del sistema financiero presenta la información para hacer un recorrido por lo que ha vivido el sistema financiero, y determinemos qué sigue, cuidando sin descanso y sin reparo que los nuevos elementos y condicionantes sean inclusivos.
Sin embargo, confieso, que este libro que ha estilado presentarse en la Convención Bancaria, no incluye lo que ha sucedido en materia de regulación financiera en torno a todo lo que ha salido en este 2020 durante la pandemia. Sin ser exhaustivo, aquí describo lo que se ha emitido en este breve periodo de tiempo:
⋅ Criterios Contables Especiales (CCE): Corresponde a los criterios mediante los cuales, la Banca Múltiple, SOCAPS, SOFIPOS, Uniones de Crédito, FOVI, FIFOMI, FIRA, FND y SOFOMES, pueden diferir el pago de sus acreditados por cuatro meses (más dos de gracia), sin la constitución de reservas preventivas adicionales, y sin traspasar los créditos a cartera vencida. Mediante estos, las instituciones financieras brindan facilidades de reestructuración o renovación de créditos a los clientes que, derivado de la contingencia, tienen complicaciones para el pago de sus créditos. Estas medidas han logrado beneficiar a millones de personas, sumando los distintos sectores integrantes del Sistema Financiero del país.
⋅ Buffers de capital: Aunado a los CCE, la CNBV aprobó modificaciones temporales a la regulación de capital de la banca en materia de capitalización, que serán aplicables hasta el 31 de marzo de 2021, con el objetivo de que la banca múltiple pueda utilizar el suplemento de conservación de capital, mejor conocido como buffer de capital, sin deteriorar su solvencia.
Con lo anterior, se busca apoyar la economía para que la banca múltiple continúe con el flujo del financiamiento, conservando un nivel mínimo de solvencia de acuerdo a su exposición, y otorgando facilidades administrativas en su instrumentación, pero preservando la protección de los usuarios del sistema bancario. En ese sentido, considerando que desde su definición, tales buffers de capital, han tenido como propósito que los bancos puedan hacer frente a condiciones adversas y se mantenga el financiamiento a la economía.
⋅ Postergación de la entrada en vigor de regulaciones: En el mismo sentido de facilidades regulatorias, se postergó la entrada en vigor de regulaciones para la implementación de algunos estándares internacionales y preceptos prudenciales, que pudieran limitar el flujo de crediticio ante estas condiciones de estrés, o bien, porque su implementación requiere infraestructura humana que actualmente está enfocada en atender las actividades esenciales para el soporte del sistema financiero. Las áreas que fueron pospuestas se refieren a:
1. La implementación del estándar internacional conocido como IFRS9 y la actualización de la metodología para la estimación de riesgos crediticios enfocados a grandes acreditados, la cual estaba prevista para el 1 de enero de 2021 y se pospone para el 1 de enero de 2022.
2. La segunda disposición es respecto a requerimientos de capital por riesgo operacional, actualmente en consulta pública en CONAMER y que se publicará con posterioridad.
3. La tercera es el estándar relativo al requerimiento de Capacidad Total para la Absorción de Pérdidas, el cual se publicará cuando se considere que las condiciones económicas permiten su implementación por parte de las instituciones de crédito.
⋅ Facilidades para emisoras: La CNBV emitió facilidades administrativas para emisoras con valores inscritos en el Registro Nacional de Valores sujetas a las Supervisión de la CNBV, como consecuencia de que diversas Emisoras han adoptado mecanismos para asegurar la continuidad bajo ciertas limitaciones y restricciones operativas.
Esta facilidad administrativa consiste principalmente en la ampliación de los plazos en los que las Emisoras deberán divulgar al público inversionista información de carácter financiera, administrativa, operacional, económica y jurídica.
⋅ Cuentas para menores de edad: Se publicó la regulación que permite la apertura de cuentas de depósito para menores de edad, entre 15 y 17 años. Los bancos notificarán a padres o tutores la apertura y establecerán medios para la solicitud de estados de cuenta. Limitada a depósitos hasta por 3,000 USD mensuales ($18,000 en promedio). Constancia de nómina o de inscripción a programa si se usa para recibir sueldos, salarios o apoyos gubernamentales. Con estas cuentas no se pueden contratar préstamos.
⋅ Sector Fintech: Se encuentran 96 solicitudes en proceso de autorización para las Instituciones de Tecnología Financiera. Una ya se ha autorizado y 80 están en proceso de resolución. 74 se mantienen efectuando operaciones previas y siguen en tanto su proceso de autorización (50 Fondos de Pago Electrónico + 24 Financiamiento Colectivo). Actualmente se mantienen en plena operación por virtud del beneficio concedido en Ley, sin perjuicio del trámite que están promoviendo.
Todas estas resoluciones se encuentran emitidas como Facilidades Administrativas ante la pandemia, y varias de ellas como las que corresponden a “Finanzas Abiertas” (Open Finance) que permiten el ser registrados como clientes de una institución de manera remota, y que seguramente quedará operando después de la pandemia. En efecto, estos temas marcarán conjuntamente con las nuevas plataformas tecnologías como Cloud Computing, Big Data, 5G y tecnologías de aprendizaje automático para construir una arquitectura robusta y modular, que puedan ofrecer servicios digitales y en línea, lo que estará determinando el rumbo en los Servicios Digitales que estaremos viendo en el futuro cercano.
Referencia:
El futuro llegó: bases y condiciones de la transformación del sistema financiero, Editorial Grañén Porrúa, 2020. Versión digital gratuita disponible en: https://bit.ly/3ge12np (la versión impresa estará disponible próximamente).